De lo que no te despides no se irá
de algún modo
Porque nunca sabemos, quizás, si
volverán.
Los años amplían posibilidades,
pero sólo con los años.
No me despido de nada, para eso
está el desvarío de mi memoria.
Porque el tiempo quizás te
devuelva por casualidad
A ese espacio donde creció una
parte de ti,
Un trocito de lo que hoy eres.
Y una mañana de primavera te das
cuenta,
De que aun sigues subiendo desde
ese lugar tan lejano ya…
Explosiones de risas, conversaciones en el bar destartalado,
La juventud a flor de piel hoy en
madurez convertida.
Los afectos y los vínculos
únicos.
Hoy me adentro un rato en alguna década atrás,
Y en mí se dibuja una sonrisa,
Y en mi mente una fila de
recuerdos,
Y en mi corazón un pellizco… de
los buenos.
Que me hacen simplemente sentir.
Y mantener en mi presente
personas,
Que un día me dieron tanto,
tan solo por ver que la apuesta era un acierto.
tan solo por ver que la apuesta era un acierto.
Porque tú eres especial, me dijo, porque
somos especiales.
Nunca me despido y siempre recuerdo de dónde vengo.
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