viernes, 21 de marzo de 2014

No me despido de nada y sé de dónde vengo

De lo que no te despides no se irá de algún modo

Porque nunca sabemos, quizás, si volverán.
Los años amplían posibilidades, pero sólo con los años.
No me despido de nada, para eso está el desvarío de mi memoria.
Porque el tiempo quizás te devuelva por casualidad
A ese espacio donde creció una parte de ti,
Un trocito de lo que hoy eres.
Y una mañana de primavera te das cuenta,
De que aun sigues subiendo desde ese lugar tan lejano ya…
Explosiones de risas, conversaciones en el bar destartalado,
La juventud a flor de piel hoy en madurez convertida.
Los afectos y los vínculos únicos.
Hoy me adentro un rato en alguna década atrás,
Y en mí se dibuja una sonrisa,
Y en mi mente una fila de recuerdos,
Y en mi corazón un pellizco… de los buenos.
Que me hacen simplemente sentir.
Y mantener en mi presente personas,
Que un día me dieron tanto,
tan solo por ver que la apuesta era un acierto.
Porque tú eres especial, me dijo, porque somos especiales.


Nunca me despido y siempre recuerdo de dónde vengo.

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