(Días raros)
El
estrés y la desgana le han robado las musas, se las han llevado al pozo de la
insatisfacción que últimamente se empeña en llenarse… Hoy no se molesta en
vaciarlo un poco, que rebose e inunde todo de una vez. Que salpique a
cualquiera a su paso, que empape a quien pase por su lado.
Todo está
mojado, el descontento, todo está encharcado. Qué más da.
Hoy no quiere
nada, hoy no piensa nada… Las expectativas de la jornada disminuyen con cada
hora perdiéndose en la nube imaginaria del tiempo.
Días para
suprimir toda actividad mental y resituar.
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