Nunca descubren el camino,
presas de los pies a la cabeza,
a remos por los órganos.
Y en una vista rápida, llenas de
fango.
Se tiran al agua, de algún
estanque sucio,
De esos de los que a veces me
oigo hablar.
De esos que siempre digo, no te
vayas a meter.
Como presas por el patio de tu
cuerpo,
De los pies a la cabeza, extraviadas.
Como esas que te digo,
Esas cosas que no me pasan por
el corazón.
(Busca un estanque limpio)
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