Extra-humanos vestidos de invierno
De vuelta de mis ausencias, con el invierno me tropecé. El mundo se congelaba en su propia miseria, estalactitas de caras tristes, cuerpos engarrotados, cruce de frases cortas, desganadas y algo repetidas. Ojos cansados de mirar lo mismo, como una extra- humana observadora vi que todos miraban al suelo a su paso... ¿Buscarían algo? me pregunté.
Mientras todo hablaba de lo mismo, todos escribían las mismas historias en versiones distintas, todo era lo mismo y todos se congelaban como el mundo.
Yo prefería el calor de verano, pero respetuosa con el invierno, me abrigué. Le puse una enorme bufanda a mi voz, le puse un gorro a mis pensamientos, me abrigué el corazón para que no lo dañaran esos extra- humanos congelados...
Y escapé a mi nueva base de la inspiración, yo no quiero formar parte de un mundo que se congela, no quiero repetir la historia de todo y de todos, de todo mal y todos mal, no quiero estar triste sin motivos, ni forzar sonrisas sin sentirlo...
Como una extra humana de invierno, disfruté del frío, de la lluvia, sin congelarme, con todos mis sentidos... decidí no participar de esa historia de que todo iba mal... pensé, que si al menos yo no la alimentaba, para mí sería un invierno en calma... un invierno, como debe ser... triste o alegre, por otros motivos...
(Y si eres un trozo de extra humano congelado, me alejaré de ti)
1 comentario:
tendré la última frase muy en cuenta :)
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