
Abriendo el bote de galletas... eligiendo una de ellas... con relleno de frambuesas... el paladar en éxtasis...
El inicio de las cosas... como esa galleta.
Y a cada bocado perdiendo su forma circular, haciéndose imperfecta,
perdiendo su olor dulzón,
haciéndose sabor...
naufragando por tu interior con gusto.
Pero si la eliges al azar,
pero si la masticas sin pensar,
perderás la maravillosa sensación.
Como todas las cosas...
Y el final de las cosas llegará... como el último bocado de una galleta, crack...
1 comentario:
No puedo imaginar que ese niñillo huela a galletas... en fin, supongo que cada persona tiene su propio aroma. Y ese niño tiene un futuro muy dulce.
Felicidades para su mami/papi!
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