(lluvia para inmovilizar mis sentidos)
Y te paras a ver cómo cae el agua.
Como cuando llueve...
Y en ti se para algo más.
Te paras a mirar por la ventana,
con más calma quizás,
esa que te falta de lunes a viernes,
y los ojos cansados se nublan un poco con la lluvia.
Te paras simplemente a mirar,
y la mente también para,
como no lo hace en las noches insomnes.
Y te mojas los dedos con las gotitas que caen,
con el tacto atento,
como pocas veces lo está,
al roce con las cosas, con las personas.
Eso que olvidas, por no parar.
...
Y en ti se para algo más.
Como cuando llueve.
Y no paraba de llover... para poder pararme yo.
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