martes, 6 de diciembre de 2011

El lugar de mis promesas

(Donde me propuse todo aquello que jamás cumplí)

No están las mismas voces ni las mismas promesas,
no está hoy mi propia voz de hace un año.
Saco mi cuaderno de antaño, y me sonrío.
Y leo en esas líneas escritas en un tren destartalado,
que casi no recuerdo dónde nos llevaba...
siempre estábamos riendo y algo alterados por las emociones.
No terminé ni empecé mis días con una sonrisa...
como me hizo prometer (me).
Pero en cambio he reído más a lo largo de los días...
No he conseguido dejar de pensar tanto,
en cambio intenté pensar mejor,
pero tampoco lo he logrado.
No fui más paciente y mucho menos más tolerante,
y ni siquiera sabía que ni era una cosa, ni la otra...
agoté mis esfuerzos,
y me vencieron.
Pero me volví a reponer.
Seguí sufriendo por las cosas que no están a mi alcance,
intentaba pararme,
pero me entraba de nuevo el acelerón mental,
y olvidé todas mis promesas.

Tacho todos los propósitos,
y los reescribo de nuevo...
o los vuelvo a tachar.

Pero tal vez aprendí algo.

(despacio, despacio...)

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