jueves, 6 de enero de 2011

Reflexión

Parar,
Pensar,
Callar...
Guardé en mi bolsillo la ingrata resignación,
acallé las voces de las guerras,
silencié las tormentas de mi cabeza...
Cerré en mi puño lo malo,
para no soltarlo y que haga daño.
Cerré los ojos,
suspiré,
me vacié del dolor.
Respiré.
Caminé.
Pero no me renové,
aprendí a ser valiente,
a andar hacia adelante,
aunque cansada,
no me paré.
Mirar,
encantar,
observar.
Abrigué mi alma,
para próximas batallas,
tapé mis oídos,
para no alterar mi mente
agotada.
Reflexionar,
descansar,
al fin.
Estar preparada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Anónimo, el silencio, se dejó escuchar.

Cansado de ecos absurdos,
se manifestó

"nadie me ama en su soledad
pero todos hablan de mi

quien soy? soy un dios quizás, estoy en todas partes.

que tristeza ,o no, volver a un hogar sin luz, de oscuridad y lluvia.

pero que amables los momentos de calma a solas conmigo mismo

yo también cierro puños cargados de dolor.